La escena, sacada del evangelio de San Juan, muestra como Jesús es interrogado en presencia de Anás. El Señor se muestra ergido y su respuesta es contundente porque siempre habla "abiertamente al mundo", Malco le abofetea en presencia de Anás.
Preso y maniatado, pero sin temor, contesta porque «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?».
Presencian la escena dos sanedritas, un testigo falso que señala al Señor y un soldado romano que custoria al Redentor.