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Cristo Mayor Dolor

Evangelio según San Lucas,23 44-47

44Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, 45porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. 46Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu». Y, dicho esto, expiró. 47El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios diciendo: «Realmente, este hombre era justo».

Sobre la advocación del Mayor Dolor

En la bibliografía antigua consultada referente a nuestra Corporación no se cita advocación alguna para nuestro Crucificado. Es en la monografía que escribiese José Bermejo Carballo donde encontramos la primera referencia ya como “Santo Cristo del Mayor Dolor”.

Gracias a la labor investigadora realizada con motivo del centenario de la reorganización de nuestra Hermandad, ha quedado demostrado que este título correspondería con la imagen de Cristo Cautivo que presidía el paso de misterio donde se narraba la “bofetada que le dieron a Ntro. Divino Redentor”.

Posiblemente el Crucificado no tuviese advocación, siendo conocido simplemente como “Santo Cristo”, algo muy habitual en el siglo XVI y XVII.

La imagen del Santo Cristo del Mayor Dolor es de autoría anónima. De estilo manierista, realizada en torno a 1600, es atribuida indistintamente a la obra artística de Juan Oviedo y de la Bandera "el Mozo" y de Andrés de Ocampo 1555-1653. Esculpida en madera de ciprés policromada y tamaño un poco menor del natural, mide 133 centímetros de altura.
 
El Crucificado fue restaurado por Sebastián Santos Rojas, tras sufrir quemaduras en sus piernas durante un fuego fortuito acaecido en su altar de San Antonio de Padua, 1941. En 1990 fue intervenido por el taller Isbilia y, entre 2019 y 2020, Carmen Bahima realizó una intervención integral sobre la talla.
 
La comisión de seguimiento que asesoró a la Hermandad, durante este último trabajo, pudo analizar con detalle la obra. A su juicio la talla presenta soluciones compositivas coincidentes con el giennense Andrés de Ocampo, lo que la alejaría del estilo de Juan de Oviedo por lo que debería adscribirse al primero. 
 
 

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