La Hermandad en la capilla de las Huérfanas

La solicitud presentada ante el Ayuntamiento fue largamente debatida en el cabildo de la ciudad de Sevilla el día 12 de febrero de 1666.

 Comenzaba una etapa de esplendor que se prolongaría durante un siglo. Este nuevo periodo en la capilla del hospicio fue próspero, sobre todo gracias a la bondad o la permisividad del administrador de la Casa de las Huérfanas, Fernando Gallegos, el cual permitió a la Hermandad

poner sin reparo, en el altar mayor la Efigie del Santísimo Jesús y transitar al altar colateral a la imagen de dicha Casa, de Nuestra Señora del Socorro y Mamparó, que desde dicho año de 1596 había estado en dicho altar mayor. Y volviendo después de dicho año de 1666 a fervorizar algo dicha cofradía, dos o tres veces repitió salir a su estación el dicho día Jueves Santo.

No fue esa la única concesión del administrador. Las dimensiones de la puerta de la capilla eran tan reducidas que por ella no cabían los pasos, por lo que los cofrades abrieron otra lateral, de mayores dimensiones, por la que sí podían salir las andas procesionales.

Las primitivas imágenes

Todo apunta a que las primitivas imágenes titulares fueron creadas a raíz de su fundación a finales del siglo XVI o a principios del XVII. Estas imágenes reciben en la actualidad las advocaciones de Nuestro Padre Jesús ante Anás, Santo Cristo del Mayor Dolor, María Santísima del Dulce Nombre y San Juan Evangelista.

La procesión de rogativas de 1680

En 1680 una epidemia de peste provocada por la escasez de agua, causó graves problemas a la población de localidades cercanas a Sevilla. La preocupación por este trance fue motivo para que varias hermandades organizaran procesiones extraordinarias en rogativas. El miércoles 20 de marzo la Hermandad trajo en procesión el Santo Cristo de la Bofetada y hizo la misma estación.

Intento de ejecución de un paso y realización del retablo mayor de la capilla

En los años finales del siglo XVII se produjeron tres importantes hechos que clarifican que este periodo fue el más próspero desde su fundación. La contratación de un nuevo paso —aunque no llegó a concluirse—, la construcción de un retablo y la redacción y aprobación de reglas constituyen estos hechos relevantes que muestran su pujanza.

 

Las reglas de 1696

El 17 de agosto de 1696 fueron aprobadas las reglas más antiguas de las que tenemos constancia documental. Este manuscrito, del que la Hermandad posee una copia digitalizada, nos sirve de referencia para conocer los aspectos fundamentales de organización, culto, vida administrativa, funcionamiento interno y patrimonio de la Hermandad de finales del siglo XVII.

El Reglamento de la Hermandad del Santíssimo Christo del Mayor Dolor y Dulcissimo Nombre de María —así se titula este importante documento— consta de 19 apartados o capítulos que, aparecen sin enumerar.