El siglo XVIII

En la relación de las cofradías que habrían de asistir a la procesión del Corpus Christi del año 1704, aparece la Cofradía de la Bofetada de Cristo y Santo Nombre de María. En el orden de antigüedad, la Hermandad ocupaba el sexto lugar, tras la Cofradía del Buen Fin y delante de la de la Tentación de Cristo y Nuestra Señora de los Peligros de Triana. Esta relación constaba de 40 hermandades, 32 de Sevilla y 8 de Triana.

La Hermandad, provisionalmente, en Santiago.

En 1717, año en que Juan José de Vallarta fue nombrado administrador de la Casa de las Huérfanas, el edificio presentaba un deterioro arquitectónico importante.

En 1730, el estado de conservación de la capilla de la Casa de Niñas Huérfanas amenazaba ruina y por mediación de N.H. Juan José del Castillo y de la Barrera fueron trasladadas las imágenes a la iglesia de Santiago junto con todos los bienes que les pertenecían. La Hermandad permaneció en la iglesia de Santiago hasta 1734.

El 16 de junio de 1738, el conde de Mejorada, diputado del Ayuntamiento, presentó ante la municipalidad un escrito en el que informaba que el asilo no podía sostenerse con la escasa renta que recibía. En estos años la decadencia del hospicio era notoria. Una ilustre y devota mujer llamada Constanza Herrera, se dedicó a cuidar de las huérfanas. Para sufragar los gastos de mantenimiento de las niñas, las llevaba en procesión precedidas por una cruz, para obtener limosnas. Esta iniciativa se consideró como un grave inconveniente para la educación de las niñas, que exigía un mayor recogimiento de las menores.

Últimas salidas de la Cofradía

Sobre 1721, la Hermandad adquirió un paso a Las Siete Palabras, que había servido para el misterio alegórico de San Juan Evangelista escribiendo el libro del Apocalipsis, en el que figuraban también los Tres Clavos.

En la relación de las cofradías que habrían de asistir a la procesión del Corpus Christi del año 1704, aparece la Cofradía de la Bofetada de Cristo y Santo Nombre de María. En el orden de antigüedad, la Hermandad ocupaba el sexto lugar, tras la Cofradía del Buen Fin y delante de la de la Tentación de Cristo y Nuestra Señora de los Peligros de Triana. Esta relación constaba de 40 hermandades, 32 de Sevilla y 8 de Triana.

La Hermandad, provisionalmente, en Santiago.

En 1717, año en que Juan José de Vallarta fue nombrado administrador de la Casa de las Huérfanas, el edificio presentaba un deterioro arquitectónico importante.

En 1730, el estado de conservación de la capilla de la Casa de Niñas Huérfanas amenazaba ruina y por mediación de N.H. Juan José del Castillo y de la Barrera fueron trasladadas las imágenes a la iglesia de Santiago junto con todos los bienes que les pertenecían. La Hermandad permaneció en la iglesia de Santiago hasta 1734.

El 16 de junio de 1738, el conde de Mejorada, diputado del Ayuntamiento, presentó ante la municipalidad un escrito en el que informaba que el asilo no podía sostenerse con la escasa renta que recibía. En estos años la decadencia del hospicio era notoria. Una ilustre y devota mujer llamada Constanza Herrera, se dedicó a cuidar de las huérfanas. Para sufragar los gastos de mantenimiento de las niñas, las llevaba en procesión precedidas por una cruz, para obtener limosnas. Esta iniciativa se consideró como un grave inconveniente para la educación de las niñas, que exigía un mayor recogimiento de las menores.

Últimas salidas de la Cofradía

Sobre 1721, la Hermandad adquirió un paso a Las Siete Palabras, que había servido para el misterio alegórico de San Juan Evangelista escribiendo el libro del Apocalipsis, en el que figuraban también los Tres Clavos.

El Viernes Santo de 1739 salió la Cofradía desde la iglesia de San Pablo y en 1743 y 1745 lo hizo desde la antigua parroquia de Santa María Magdalena. En 1745 fue la última vez que la Hermandad hizo estación de penitencia en aquella época. Tenemos constancia de que la Cofradía tenía dos pasos.

El Viernes Santo de 1739 salió la Cofradía desde la iglesia de San Pablo y en 1743 y 1745 lo hizo desde la antigua parroquia de Santa María Magdalena. En 1745 fue la última vez que la Hermandad hizo estación de penitencia en aquella época. Tenemos constancia de que la Cofradía tenía dos pasos.

1738. Vista y perspectiva de la Catedra de Sevilla

Madre Isabel de la Santísima Trinidad

El 2 de febrero de 1719, una joven de 25 años, llamada Isabel Josefa Moreno y Caballero (Sevilla, 1693-1774), tomó el hábito de beata de la Santísima Trinidad en el coro bajo del convento de Trinitarios Calzados, tomando el nombre de Isabel de la Santísima Trinidad. La finalidad de esta joven religiosa era fundar un beaterio dedicado a la Santísima Trinidad y que se ocupasen en recoger niñas huérfanas y pobres.

El primer restablecimiento del beaterio fue en unas casas arruinadas que poseían los Trinitarios en la calle Enladrillada.